martes, 28 de febrero de 2012
jueves, 2 de febrero de 2012
El "Pfand"
Recuerdo mis primeros días en Alemania, casi no me atrevía a comprar una cerveza en el supermercado, pues no sabía que demonios tenía que hacer con eso que llamaban “pfand”.
Alguna vez he visto traducida esta palabra como “compromiso”. No entendía muy bien a que me tenía que comprometer al comprar una cerveza. En un principio, creo te comprometes a no perder tu dinero y de última instancia te comprometes a… ¿salvar el mundo?. Qué importancia tendría ese tal pfand.
Resulta que cada vez que compras una cerveza o cualquier otra bebida, te devuelven unos 25 céntimos por botella de plástico y unos 8 céntimos por botella de vidrio. Eso sí, habiéndolos pagado previamente.
Las ventajas son claras, la gente devuelve las botellas al supermercado para no perder su dinero y así la tarea del reciclaje es para todos muchísimo más placentera.
Si bien es cierto, que algunos productos se anuncian orgullosos como “onhe pfand!”, sin compromiso!. No es menos cierto que los jubilados incorporan a sus paseos matutinos el reciclaje de botellas y su correspondiente limpieza de la ciudad, para sacarse algunas monedas.
Aparentemente es una tontería, pero todo cambía. Las bateas de plástico donde van las botellas también tienen compromiso y las latas también. La gente que se bebe una cerveza en la calle, la guarda en la mochila y la lleva a casa o la deja cuidadosamente “sobre” una papelera para que nadie tenga que metar la mano y cogerla.
Es muy común, por ejemplo, que los supermercados tengan máquinas que reconocen las botellas, cajas y latas y te den el ticket con la cantidad de dinero, que te devolveran posteriormente en caja.
Increible, hay veces que no me entra en la cabeza como una medida tan sencilla y sin ningún inconveniente a primera vista, no pueda ser facilmente exportada a otros sitios.
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